Escayolas Ponseti:

el primer paso del tratamiento

Las escayolas Ponseti son el primer gran paso en el tratamiento para corregir el pie zambo. Y aunque al principio la idea de ver a tu bebé con las piernecitas escayoladas puede asustarte un poco (créeme, es normal que te pase), quiero contarte lo que nadie me explicó a mí y que ahora, desde el otro lado, me gustaría que tú supieras.

¿Qué son las escayolas Ponseti?

Son unas escayolas especiales, que cubren desde los deditos del pie hasta la ingle. Se colocan una vez por semana (aproximadamente), y cada una de ellas corrige un poquito más la posición del pie.
Es como ir girando suavemente un piecito que nació torcido, paso a paso, sin forzar.

El médico o la médica va valorando cada semana cómo va evolucionando, y en función de eso decide si hace falta una escayola más o si ya se ha conseguido la corrección necesaria para pasar a la siguiente fase.

¿Cuántas escayolas necesita un bebé?

Depende mucho de cada caso.
Algunos bebés necesitan 4 o 5 escayolas, otros un poquito más.
Cada pie es un mundo, y cada peque lleva su propio ritmo.

En nuestro caso, cada semana que íbamos al hospital era una mezcla de emociones:

  • Por un lado, la ilusión de ver que algo estaba mejorando.

  • Por otro, el miedo de pensar si estaríamos haciendo lo correcto.

Pero cada cambio de escayola se convertía en un pequeño ritual, y cada sonrisa de Halia nos recordaba que ella lo estaba llevando mucho mejor que nosotros.

¿Duele o molesta llevar las escayolas?

No, no les duele. Los bebés se acostumbran enseguida.
De hecho, si te fijas, siguen moviendo las piernecitas, riéndose, jugando…
Lo que sí es verdad es que al principio puede dar un poco de impresión verlos tan chiquitines con las piernas rígidas, pero ellos lo llevan mucho mejor de lo que imaginas.

Consejitos que a nosotros nos ayudaron:

  • Ropita cómoda y fácil de poner, tipo bodys o vestiditos abiertos.

  • Toallitas húmedas para limpiar bien las partecitas que quedan al aire, como los deditos o la barriguita.

  • Muchos mimos y brazos (aunque ya te adelanto que no querrán soltarte ni aunque no lleven escayolas).

Las escayolas son el primer gran paso en este camino. Y aunque al principio puede parecer una montaña, cada una de ellas está acercando a tu peque un poquito más a sus futuros pasitos.

a baby is laying on a blanket on a bed
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