Tenotomía Ponseti: el pequeño gran paso que da tanto respeto
Si ya has pasado por las escayolas o estás a punto de hacerlo, seguro que ya te han mencionado esta palabra que suena mucho más seria de lo que realmente es: tenotomía.
Reconozco que, cuando nos dijeron que Halia necesitaría esta “intervención”, se me encogió el estómago.
"¿Cómo que le tienen que cortar un tendón a mi bebé tan pequeño?"
Esa fue mi primera reacción.
Y si tú también lo has pensado, te entiendo perfectamente.
Por eso quiero contarte de madre a madre o padre cómo es en realidad, para que puedas respirar un poquito más tranquila/o.
¿Qué es la tenotomía Ponseti?
La tenotomía es una pequeña intervención que se hace en la mayoría de los casos después de las escayolas, para liberar el tendón de Aquiles y permitir que el pie termine de colocarse en su posición correcta.
Lo que hacen los médicos es un pequeño corte en el tendón (que se regenera solo después, como si nada hubiera pasado) para que el pie tenga la flexibilidad que necesita.
¿Es una operación complicada?
La verdad es que no.
En la mayoría de hospitales la hacen de forma ambulatoria y dura muy pocos minutos.
A veces lo hacen con anestesia local, otras veces con una sedación ligera.
Depende del hospital y del equipo médico, pero lo normal es que ese mismo día te vayas a casa con tu peque, en brazos y con la tranquilidad de que ya está hecho.
¿Y después qué?
Después de la tenotomía, colocan una última escayola, que suele durar tres semanas sin cambiarse. Esta escayola es la que sella todo el trabajo anterior, dejando el pie en la posición correcta.
Lo que me hubiera gustado saber:
Que ellos no se enteran como nos lo imaginamos los padres.
Que no es una operación grande, ni mucho menos.
Que en cuanto les quitan la última escayola, puedes ver su pie por fin alineado… y eso no se olvida nunca.
La tenotomía es solo un pequeño corte en el camino, pero un paso gigante hacia esos primeros pasitos que tanto soñamos ver.


